Soy una mala bloguera porque paso sentada frente a una computadora más de ocho horas diarias y sin un resultado concreto.
Soy una mala bloguera porque paso horas pensando en la redacción de una entrada o una historia.
Soy una mala bloguera porque cuando finalmente estoy frente a una hoja en blanco: no encuentro que escribir.
Soy una mala bloguera porque todavía no tengo claro sí quiero que este espacio sea personal/ político o profesional/público.
Soy una mala bloguera porque veo a mis hermanas/amigas/cómplices/confidentes blogueando todo el tiempo y yo sólo tengo dos entradas.
Soy una mala bloguera porque no me gusta escribir lo que siento, porque escribir lo que siento me hace vulnerable, porque me importa lo que piensa “la gente”.
Soy una mala bloguera, ¿a quién le importa?